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Como patólogos, nos especializamos en el diagnóstico de enfermedades mediante el examen de tejidos y células. En este ámbito, empleamos diversas técnicas para obtener, examinar y entender muestras biológicas, siendo las más destacadas las biopsias, citologías e inmunohistoquímica. Cada una de estas técnicas tiene sus particularidades, aplicaciones y, por ende, su importancia en el diagnóstico.

 

Citologias

La citología es el estudio de células individuales o pequeñas agrupaciones de células, a menudo obtenidas a través de métodos menos invasivos que las biopsias.

La citología exfoliativa, donde las células se desprenden naturalmente de los tejidos, y la citología de aspiración con aguja fina (FNA) son ejemplos comunes de este enfoque.

Ejemplo: Un uso frecuente de la citología es el Papanicolau (Pap) en la detección de cáncer cervical. En este procedimiento, se recolectan células del cuello uterino para buscar anomalías que puedan indicar procesos precancerosos o cancerosos.

 

BIOPSIAS

Las biopsias son procedimientos en los que se extrae una muestra de tejido de un órgano o masa para examinarla bajo el microscopio.

Existe varios tipos de biopsias, como la biopsia por punción, biopsia incisional, biopsia excisional, entre otras. La elección del tipo de biopsia depende de la localización de la lesión, su accesibilidad y el contexto clínico.

En el caso de un nódulo sospechoso en la mama, se puede realizar una biopsia con aguja fina para extraer células del nódulo, o una biopsia incisional/excisional para obtener un fragmento más grande del tejido para un análisis más detallado.

 

iNMUNOHISTOQUIMICA

La inmunohistoquímica es una técnica que utiliza anticuerpos específicos para identificar ciertas proteínas o antígenos en una muestra de tejido, lo que permite visualizar la distribución y localización de moléculas específicas dentro de las células y los tejidos.

Esta técnica es especialmente útil para caracterizar tipos de células en tejidos complejos y para diagnosticar tipos específicos de cáncer.

En el diagnóstico de tumores, la IHC puede utilizarse para diferenciar entre un carcinoma y un linfoma, identificando proteínas específicas que son expresadas por estos tipos de células.

Por ejemplo, la presencia de la proteína CD20 en las células podría indicar un linfoma B, mientras que la expresión de citoqueratinas podría apuntar a un origen epitelial del tumor, como un carcinoma.