INMUNOHISTOQUIMICA

¿Qué es una inmunohistoquímica?

La inmunohistoquímica es una técnica avanzada utilizada en patología para identificar proteínas específicas en las células de los tejidos, ayudando en el diagnóstico de enfermedades como el cáncer. Utiliza anticuerpos específicos para detectar estas proteínas, marcándolas para su visualización bajo un microscopio. Esta técnica proporciona información valiosa sobre la presencia y el comportamiento de enfermedades, permitiendo un diagnóstico preciso y la selección de un tratamiento adecuado.

Preparación

La preparación adecuada de la muestra es un paso crucial en el proceso de inmunohistoquímica, determinante para la calidad y la fiabilidad de los resultados obtenidos. El proceso comienza con la fijación del tejido, utilizando agentes como el formaldehído, para preservar su estructura celular y molecular al detener los procesos enzimáticos que causan la degradación. Tras la fijación, el tejido se deshidrata y se incluye en parafina, un paso que permite la creación de bloques sólidos de tejido que facilitan el manejo y el corte en secciones delgadas. Estas secciones, típicamente de 4 a 5 micrómetros de espesor, se montan en portaobjetos para su posterior análisis. La calidad de la fijación y la precisión en el corte son esenciales para la preservación de las características histológicas y la detección precisa de antígenos. Antes de la aplicación de los anticuerpos, las secciones de tejido se someten a procesos de desparafinado y rehidratación, y en algunos casos, a la recuperación antigénica, un tratamiento térmico o enzimático que recupera la reactividad antigénica que puede perderse durante la fijación. Este meticuloso proceso de preparación garantiza que los anticuerpos puedan acceder eficazmente a sus antígenos diana, permitiendo una inmunomarcación específica y confiable.

Cómo se realiza la inmunohistoquímica

La realización de la inmunohistoquímica es un proceso meticuloso que comienza con la preparación de la muestra de tejido, la cual debe ser fijada, incluida en parafina y cortada en secciones delgadas. El primer paso esencial en la inmunohistoquímica es la recuperación antigénica, un proceso que revela los antígenos ocultos en la muestra, haciendo posible su unión con los anticuerpos específicos. Tras la recuperación antigénica, se bloquean los sitios no específicos para prevenir la unión no deseada de los anticuerpos. Luego, se aplican los anticuerpos primarios diseñados para unirse específicamente a las proteínas de interés dentro del tejido. Después de lavar la muestra para remover el exceso de anticuerpo, se añade un anticuerpo secundario conjugado con una enzima o un fluoróforo, que se unirá al anticuerpo primario. Finalmente, se aplica un substrato cromogénico que reacciona con la enzima del anticuerpo secundario, produciendo un cambio de color visible o fluorescencia bajo el microscopio, lo que indica la localización de la proteína objetivo. Este proceso detallado permite una visualización precisa de las proteínas específicas, proporcionando información valiosa para el diagnóstico y la planificación del tratamiento.

¿Qué detecta la inmunohistoquímica?

La inmunohistoquímica es una técnica poderosa que nos permite detectar proteínas específicas dentro de las células de un tejido, proporcionando información valiosa para el diagnóstico de enfermedades. Esta técnica es especialmente útil en el campo de la oncología, donde la identificación de ciertos marcadores tumorales puede ser crucial para determinar el tipo y el subtipo de cáncer presente. Además de su uso en el cáncer, la inmunohistoquímica se aplica en el diagnóstico de enfermedades infecciosas, identificando agentes patógenos mediante la detección de proteínas virales o bacterianas específicas. También es útil en enfermedades autoinmunes y en trastornos del tejido conectivo, donde puede revelar la acumulación anormal de proteínas o la presencia de autoanticuerpos. La selección del tratamiento más adecuado se ve enormemente facilitada por la información que la inmunohistoquímica proporciona sobre la biología molecular de las células afectadas, permitiendo terapias dirigidas que mejoran los resultados del paciente. En resumen, la inmunohistoquímica es una herramienta indispensable en el diagnóstico y manejo de una amplia gama de condiciones patológicas, mejorando la precisión diagnóstica y la personalización del tratamiento.

 

ULTRAESTADIFICACION DE GANGLIO CENTINELA EN CIRUGIA DE CANCER DE CUELLO UTERINO.

La ultraestadificación de ganglios centinela en cáncer de cuello uterino mediante inmunohistoquímica permite identificar micrometástasis y células tumorales aisladas que pasan desapercibidas en la evaluación rutinaria con hematoxilina-eosina. El empleo de anticuerpos contra citoqueratinas facilita la detección de focos mínimos de enfermedad, lo que aporta información pronóstica relevante. En el sistema FIGO 2018, la presencia de metástasis ganglionares, incluso micrometástasis, implica una reclasificación a estadio IIIC, con impacto directo en la planificación terapéutica y en el pronóstico de la paciente. De esta forma, la inmunohistoquímica se consolida como una herramienta clave en la precisión del estadiaje oncológico.

Ultraestadificación de Ganglio Centinela de Cáncer de Cuello Uterino

Los derechos de esta imagen reservados a laboratorio Genoprecision

¿Cuándo se hace una inmunohistoquímica?

La inmunohistoquímica se emplea en circunstancias clínicas específicas donde es imperativo obtener un entendimiento profundo de la naturaleza de una enfermedad a nivel celular. Esta técnica se utiliza ampliamente para el diagnóstico diferencial de tumores, permitiendo no solo confirmar la presencia de cáncer sino también especificar su tipo y subtipo, basándose en las proteínas que las células tumorales expresan. Es particularmente útil en casos donde la morfología celular bajo el microscopio no es concluyente. Además, la inmunohistoquímica es crucial en la detección de metástasis, ayudando a identificar el tejido de origen de las células cancerosas diseminadas, lo cual es esencial para planificar el tratamiento adecuado.

En el ámbito de la oncología, la inmunohistoquímica facilita la selección de terapias dirigidas, especialmente en cánceres conocidos por responder a tratamientos específicos dirigidos a proteínas particulares. Además, esta técnica tiene un papel vital en el estudio de enfermedades inflamatorias y autoinmunes, donde la identificación de marcadores celulares puede ayudar a esclarecer el mecanismo subyacente de la enfermedad y, por ende, a elegir la terapia más efectiva. La inmunohistoquímica también se aplica en investigaciones para entender mejor la biología de diversas patologías, contribuye así a la evolución del conocimiento médico y al desarrollo de nuevos enfoques terapéuticos.

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