La anatomía patológica es una de las especialidades más antiguas de la medicina y como disciplina diagnóstica surgió primero en la era de la patología de autopsias. En el siglo XV Antonio Benivieni (1443-1502) correlacionó hallazgos postmortem con enfermedades y Giambattista Morgagni (1682-1771) publicó De Sedibus et Causis Morborum en 1761, sentando las bases del pensamiento anatomoclínico. Este pensamiento durante años estableció las bases de la especialidad.
La integración de la biología molecular y las tecnologías ómicas en la anatomía patológica ha transformado esta especialidad en un actor clave de la medicina de precisión. Desde la década de 1990, con la introducción de técnicas como la PCR y la hibridación in situ fluorescente (FISH), la patología comenzó a incorporar el análisis genético en el diagnóstico. A partir de los años 2000, la aparición de terapias dirigidas, como el trastuzumab para el cáncer de mama HER2 positivo, impulsó el desarrollo del diagnóstico molecular y selección terapéutica. Con la culminación del Proyecto Genoma Humano en 2003, surgieron las ciencias ómicas —genómica, transcriptómica, proteómica y metabolómica que, junto a la secuenciación masiva (NGS) y los paneles multigénicos, permitieron caracterizar tumores a nivel molecular con una profundidad sin precedentes. Hoy, la anatomía patológica integra morfología, inmunohistoquímica y análisis molecular para guiar decisiones clínicas, posicionándose como una disciplina fundamental en la subclasificación de enfermedades y en la implementación de estrategias personalizadas de tratamiento.
Los objetivos de la oncología molecular para el patólogo quirúrgico son dar recomendaciones al clínico/médico tratante o el resto del equipo quirúrgico de cuál es la mejor prueba que se debe ordenar. En segundo lugar, seleccionar el mejor espécimen para la para la prueba. En tercer lugar, recomendar pruebas específicas de genómica de los tumores sólidos y finalmente discutir el significado de variantes de significado indeterminado con el clínico.
¿Cómo escoger la prueba ideal?
Hoy en día existe demasiada información y por lo que es extremadamente complejo escoger la prueba ideal para el paciente. Inicialmente solo nos concentrábamos en los factores propios del tumor, como el tipo tumoral, el estadio clínico, el momento en que es tomada la biopsia, cuáles son los biomarcadores y la cantidad de materiales disponible, sin embargo, hoy en día la prueba ideal depende de otros factores externos al tumor como son factores clínicos y características correspondientes al paciente.
La comunicación con el colega clínico es muy importante ellos consideran en primera instancia las guías internacionales, como las de NCCN, ESMO o ASCO, orientan la práctica clínica al recomendar biomarcadores validados y el tratamiento ideal según cada tipo de cáncer. Otros aspectos incluyen el tiempo de respuesta del laboratorio, la accesibilidad, los costos y consideraciones bioéticas.
¿Dónnde realizar la prueba?
- Las regiones y áreas de los genes que son evaluadas.
- El tipo de mutaciones que pueden detectarse en esas áreas específicas, como mutaciones puntuales, pequeñas inserciones y deleciones, grandes inserciones y deleciones, variaciones en el número de copias (CPV) y fusiones genéticas.
Finalmente, es importante detallar el método utilizado para la prueba. Si estás utilizando o refiriendo a un laboratorio, debes estar familiarizado y tener acceso a toda esta información.
Qué tejido analizar
Tejido más relevante cuando sea posible
- Las mutaciones conductoras tempranas a menudo se comparten entre los sitios primarios y metastásicos.
- La enfermedad recurrente debe biopsiarse (si es posible).
Tejido con una cantidad suficiente de material y un porcentaje de tumor suficiente
- La macrodisección puede enriquecer.
- Si el porcentaje de tumor es insuficiente para la prueba de panel, considera métodos más sensibles que sean más específicos.
- El ADN tumoral circulante se utiliza cuando no se dispone de una muestra de tumor y no se puede obtener de manera razonable.
En Conclusión el rol del patólogo quirúrgico en la era de la oncología molecular va más allá del diagnóstico morfológico: implica guiar al equipo clínico en la selección de las pruebas más adecuadas, elegir el mejor espécimen para análisis molecular, recomendar estudios genómicos específicos y, finalmente, interpretar variantes de significado incierto en colaboración con el oncólogo. La precisión en cada uno de estos pasos es clave para una medicina verdaderamente personalizada.
BASES DE DATOS GENOMICAS:
•COSMIC (Catalogue of Somatic Mutations in Cancer): https://cancer.sanger.ac.uk/cosmic
•TCGA (The Cancer Genome Atlas): https://portal.gdc.cancer.gov/
•ICGC (International Cancer Genome Consortium): https://dcc.icgc.org/
•ClinVar: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/clinvar/
•HGMD (Human Gene Mutation Database): http://www.hgmd.cf.ac.uk/ac/index.php
•GnomAD (Genome Aggregation Database): https://gnomad.broadinstitute.org/
•OncoKB: https://www.oncokb.org/
•BioPortal: https://www.cbioportal.org/
•MyCancerGenome: https://www.mycancergenome.org/
•ENSEMBL (https://www.ensembl.org/) → Información sobre genes y variantes.
•dbSNP (https://www.ncbi.nlm.nih.gov/snp/) → Polimorfismos genéticos.
•UCSC Genome Browser (https://genome.ucsc.edu/)
BIBLIOGRAFIA:
Enduring Material educational activity titled Molecular Genomic Oncology for the Practicing Surgical Pathologist on September 11, 2024. C. Leilani Valdes, MD, FCAP and Sophia L. Yohe, MD, FCAP.
NCCN Guías de tratamiento clínico y diagnóstico www.nccn.org
FDA Aprobaciones de medicamentos, información sobre medicamento www.fda.gov/Drugs/
My Cancer Genome www.mycancergenome.org
Guía del Centro CAP www.cap.org/protocols-and-guidelines/current-cap-guidelines
Robinson WL. THE ROLE OF THE PATHOLOGIST IN THE DIAGNOSIS OF CANCER. Can Med Assoc J. 1934 Sep;31(3):298-301. PMID: 20319637; PMCID: PMC403529.